miércoles, 9 de diciembre de 2015

Malquiera !

Y ese defecto tan dañino de mal utilizar las palabras, antes un te quiero resultaba de mil latidos, de vacíos eternos y revoloteo en el estómago, de miradas fugaces, idas con el sonsonete del otro, de  sonrisas pensadas en el recuerdo, de palabras inventadas de mocedades o si bien de copiadas que por lo sentido parecían propia, él te quiero era sublime costaba tanto, justo por el cumulo de acciones  anteriores que generen la seguridad para pronunciarla. 

Por favor respete la letra y no me malquiera! 

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